Divertidas, sorprendentes y sin perder el control
Me gustaría que el público participe en mis presentaciones pero no quiero perder el control ¿Cómo lo hago? En este artículo te doy algunas pautas para que tus eventos sean más enriquecedores y memorables, permitiendo aportaciones de tu audiencia sin que se “desmadre” la situación ni se te escape el tiempo.
La interacción con el público es uno de los momentos más maravillosos que puedes vivir como ponente, así que te animo a que en TODAS tus presentaciones incluyas momentos para que los asistentes pasen a la acción y se conviertan en protagonistas activos de tu historia. De hecho, una de las características de cualquier evento de Oratoria Training Camp es que las personas se llevan in-corporada una herramienta de Comunicación porque la ha puesto en práctica en el taller, conferencia, etc.
En este artículo te cuento:
- Por qué debes incluir dinámicas y actuaciones de tu público en cualquier tipo de evento.
- Cómo planificar una presentación con dinámicas.
- Cómo ponerlas en escena para que sean útiles, divertidas y enriquecedoras.
- Cómo manejar situaciones difíciles.
1) POR QUÉ EL PÚBLICO DEBE PARTICIPAR Y ACTUAR.
Porque la acción favorece el recuerdo y fija el aprendizaje.
El pedagogo estadounidense, Edgar Dale, lo explica en su Teoría del Cono de la Experiencia, que representa “la profundidad del aprendizaje realizado con la ayuda de diversos medios” (Wikipedia). Los símbolos orales (palabra escrita) son los que se quedan en un nivel más superficial a la hora de aprender y la experiencia directa sería la actividad que más nos ayuda a fijar nuevos conocimientos, destrezas y actitudes, en cualquier ámbito de la vida.
Es lógico. Cuanto más energía invierte nuestro sistema en comprender, asimilar y desarrollar habilidades para reproducir una actividad, más profundo es el aprendizaje. También el recuerdo porque hemos invertido más tiempo y recursos en ser capaces de hacer algo.
Te adjunto el Cono de la Experiencia de Edgar Dale y seguro que te da ideas para tus próximas presentaciones, talleres o clases. Fíjate la cantidad de elementos con lo que puedes jugar: texto, fotos, sonidos, videos, demostraciones, dramatizaciones y experiencia simulada (interpretación de roles).
También desde la Programación Neurolingüística nos dicen que los canales de aprendizaje son la vista, el oído y las sensaciones y que en cada uno de nosotros predomina uno de ellos.
Por lógica: no te quedes en las diapositivas, en el famoso Power Point. Si quieres que te recuerden, provoca que vean, escuchen, sientan y hagan.
2) COMO PLANIFICAR TU PRESENTACIÓN Y TUS DINÁMICAS.
Qué hacer ANTES de la presentación.
Ya sabes que uno de los primeros pasos a la hora de hablar en público es el ejercicio de ENFOQUE en tu audiencia. Es imprescindible saber a quién vas a tener delante para conectar con sus preocupaciones, su rutina, sus anhelos y ver cómo les puedes ayudar con lo que cuentas.
Y también sabes que un discurso memorable debe estar organizado en torno a una idea central que será la que conserve tu audiencia en su mente. Si está bien construido, tu mensaje principal -una idea sencilla y corta- puede perdurar durante años en las mentes de quienes te escuchan. Si te apetece saber más, en este sencillo curso online te cuento cómo enfocar y estructurar un mensaje de éxito.
Planifica dónde y cuándo intervienen.
Si quieres que el público intervenga en tu presentación debes tenerlo previsto en alguno de los bloques de tu conferencia y con un tiempo asignado a ese bloque. De ese modo, mantienes el control de tiempos y no te sucede lo que suele pasar a muchos conferenciantes: que tienen que precipitar el final porque el tiempo se les agota.
Por supuesto, ajústate siempre al tiempo que tienes. Por respeto a los ponentes que van detrás de ti y a la organización. Te lo agradecerán.
Planifica para qué intervienen.
¿Qué aprendizaje o emoción quieres fijar con esa actuación? Siempre debe haber una razón que justifique que cedas el protagonismo a tu audiencia.
El porqué nos lleva al pasado. El para qué nos lleva al futuro.
Desde esta perspectiva ¿qué quieres que se lleven para su vida con aquello que hacen?
Por si te sirve, cuando quiero que la audiencia se “lleve puesta” alguna herramienta poderosa de Comunicación me hago la siguiente pregunta: “¿Qué podrían hacer para conseguir/ser capaces de…..?”.
Que sea sencillo y aplicable.
Las actividades más sencillas son las que mejor se recuerdan. Que no te importe ser diferente, creativo, sorprendente, diferente. Eso sí, que aquello que hacen les resulte sencillo porque si no se frustrarán y el efecto que conseguirás será el contrario.
Desde la experiencia te animo a que te cultives en la diferencia y en que sea divertido. He hecho dinámicas con mierdas de plástico, con espejos, con globos, con música… y me ha sucedido muchas veces que diferentes personas me han dicho que recuerdan mi conferencia, años después.
Planifica tiempo para explicar la dinámica y para las posibles preguntas e incidencias.
Si les dejas que actúen deben saber qué tienen que hacer y durante cuánto tiempo. En el aula, el escenario, …., mandas tú. Tú pones las reglas y tú eres quien se encarga de que se cumplan. Escríbelas y tenlas muy claras para poder explicarlas a después.
Depende del tipo de presentación que hagas, podrás dedicar más o menos tiempo a que las personas comenten y compartan qué han aprendido de la experiencia. En una conferencia es menos habitual, aunque puedes hacerlo (por ejemplo, “comenta en un minuto con tu compañero de al lado qué has aprendido con esta experiencia”). En una clase o en una formación es imprescindible dejar ese tiempo para que las personas expresen qué han visto-oído-sentido porque de ese modo están afianzando el recuerdo y aprendiendo también de la experiencia de los compañeros.
3) QUE HACER DURANTE LA PRESENTACIÓN
Llevar a cabo la presentación que has creado y ensayado. Doy por hecho que ensayas tus presentaciones ¿verdad? El ensayo te da las pautas para afinar el mensaje e impactar mucho más con menos esfuerzo.
Para que las dinámicas con el público sean divertidas, útiles y enriquecedoras te recomiendo que las plantees como un reto o como un juego, nunca como algo obligatorio.
¿A quién le gusta jugar?
¿A quién le gustan los retos?
Son preguntas que puedes hacer.
Por supuesto, hacer preguntas y dejar la oportunidad de que las contesten aunque sea levantando la mano, como ves en esta imagen de un taller de Toni Robbins.
Un truco. Cuenta una historia donde alguien con un problema concreto fue capaz de hacer lo que estás a punto de proponer y deja el final abierto. “¿Y qué creéis que pasó? Vamos a descubrirlo”.
Otro truco. “El grupo anterior fue capaz de hacerlo en …..minutos. ¿Podréis vosotros?”. Nos encanta competir, así que mostrarán mayor entusiasmo si sienten que ganan.
Controla muy bien los tiempos. Te puede ayudar llevarte un cronómetro o incluso poner una cuenta atrás visible para el público donde sepan cuántos minutos quedan para finalizar, si estás en una clase.
Escucha con todos tus sentidos. Cuando las personas estén realizando la dinámica, presta muchísima atención a su No Verbal. Si no lo han entendido o no saben qué hacer lo verás en sus caras, adelántate y vuelve a explicar la dinámica.
Sé inflexible con los tiempos. Recuerda que mandas tú.
Una vez realizada y tras los comentarios del público, reformula el contenido de la dinámica aplicándolo a la vida de tu público. Es decir, dale una utilidad a aquello que acaban de hacer para que lo repitan en su día a día y cada vez que lo hagan se acuerden de ti.
Siempre. Siempre. Siempre. Deja tiempo para un buen cierre de tu presentación en la que hagas un resumen de qué has visto, para qué les sirve a ellos y resalta lo que han sido capaces de conseguir con la actividad, animándoles a ponerlo en práctica en sus vidas. Si no haces esto, tus dinámicas pasarán desapercibidas.
Con un discurso bien estructurado en torno a una idea fuerte y poderosa y con una o varias dinámicas donde tu público se convierte en protagonista es fácil quedar en su recuerdo. Solo hay que seguir el Método Oratoria Training Camp, que ya practican cientos de personas.