Sus movimientos mientras hablan en público son fluidos y precisos y lo realizan de manera natural, sin aparente esfuerzo.
¿Te gustaría tener esa fluidez corporal? ¿Cambiar la velocidad, ritmo y cadencia de tu discurso a voluntad en función del mensaje que estés transmitiendo y sin realizar grandes esfuerzos? En un escenario, en un aula, en una sala de juntas, en una presentación comercial, …
Los cambios de ritmo y el movimiento por el escenario son habituales en grandes oradores. En sentido contrario, piensa en alguien que siempre habla a la misma velocidad, en el mismo tono y sin moverse del sitio…Monótono y aburrido.
Entrenar tu cuerpo para moverse a diferentes velocidades es necesario para hablar en público de una forma espontánea, incluso permitirte bajar entre el público, al patio de butacas en momentos de tu discurso donde estés apelando directamente a quienes te escuchan.
En este vídeo te contamos cómo entrenar esa facilidad de movimientos para que seas capaz en cualquier momento de cambiar la cadencia de tus pasos, de tu discurso, de tu voz, de moverte como quieras y adonde quieras encima de un espacio escénico, un aula de formación, una sala de juntas, un mítin, etc.
En Oratoria Training Camp damos un protagonismo muy grande al cuerpo y a sus enormes posibilidades a la hora de aprender a dominar determinadas técnicas. No es lo mismo que tú quieras aprender a caminar a diferentes velocidades pensando “ahora voy a caminar más rápido”, “ahora más lento” que si lo haces de manera instintiva, en función de la energía o actitud que quieras transmitir con tu presentación en público, porque tu cuerpo ya lo ha hecho antes y sabe cómo debe reaccionar.
La fluidez corporal se entrena. No puedes pretender ensayar en tu despacho o en tu casa, en un espacio pequeño y luego moverte con soltura y sin esfuerzo evidente sobre un escenario y en medio de un patio de butacas, por mucho que lo pienses. Tu cuerpo ha de estar entrenado para ello. Tiene que haberlo hecho antes para que ese movimiento sea natural y no camines forzado.

Por otra parte, para no quedarte sin voz cuando hablas en público es fundamental tener “colocado el cuerpo y la voz”, esto es lo primero que aprendemos en nuestros entrenamientos de Oratoria Training Camp. Y eso exige caminar erguido, con el esternón abierto y los hombros relajados, entre otras cosas.
Si entrenas ambos aspectos, cambios de ritmo y velocidad y postura erguida en una actividad tan cotidiana como es caminar podrás hablar en público moviéndote con fluidez y naturalidad, sin esfuerzo y sin quedarte afónico. Y lo que es más importante, disfrutando mucho más que en la postura cabizbaja y de brazos en 90 grados que adoptan más del 90% de los ponentes.
Velocidad, movimiento, naturalidad, fluidez y disfrute marcan una gran diferencia en tu identidad como orador
¿Quieres saber cómo entrenarlos? En el vídeo te lo contamos